Casa de Misericordia
La idea para La Casa de Misericordia nació de un momento muy difícil en la vida del Pastor Francisco cuando su madre falleció. Durante los últimos días de la vida de su madre el Pastor Francisco pasó varios días y noches afuera del hospital general. Estando ahí se dio cuenta de una necesidad muy específica que le daba vergüenza decir que nunca antes había notado. Vio a las familias que esperaban noticias sobre su seres queridos afuera del hospital igual que él, excepto que ellos estaban sentados en la calle en lugar de cómodamente dentro de un automóvil calientito. Pasaban horas sin comer, mientras él comía la comida que había traído de su casa. Dormían en la banqueta mientras él se iba a su casa a dormir en su propia cama. En ese momento, él no sabía cómo iba a ayudar a esas personas, pero Dios le dejó en claro que necesitaba hacer algo.
Al inicio el Pastor Francisco involucró a su propia congregación. Comenzaron un ministerio de alcance para las personas que dormían fuera del hospital. Hacían comida y la repartían una vez por semana. Esto lo hicieron por varios meses, pero Dios quería que hicieran más. Mientras Francisco leía Mateo 25:35, Dios le reveló lo que quería de el. Debían dar la bienvenida al extranjero y proporcionarle un lugar para quedarse. Inmediatamente comenzó a buscar terreno para construir un hogar donde la gente pudiera venir no solo para comer y dormir, sino para ser ministrados mientras esperan que sus seres queridos se les den de alta del hospital.
En el lugar más cercano al hospital general con terrenos disponibles para la compra solo quedaban tres lotes. Afortunadamente, estaban uno al lado del otro. Francisco encontró al dueño, le explicó por qué necesitaba comprar los terrenos y también le explicó que no podía pagar el precio completo de los tres lotes, pero que tenía que tenerlos todos. El dueño básicamente se rió de él y le dijo que regresara cuando tenia mas dinero. La mañana siguiente, el dueño llamó a Francisco y le dijo que no pudo dormir porque estaba pensando en su necesidad de los terrenos. Le vendió los tres lotes con un descuento del 30%.
Francisco continuó su ministerio al hospital mientras su congregación comenzó a trabajar para nivelar los terrenos y prepararlos para la construcción. Comenzaron a orar por socios financieros para el proyecto. La Iglesia Creekside de California y la Iglesia Cascade de Idaho se asociaron con Francisco. Las dos iglesias enviaron equipos a Ensenada para ayudar con la construcción. Nueve equipos llegaron en el transcurso de un año y construyeron el primer edificio que sirviera como hogar para el personal y dormitorios temporales para las familias. La Casa de Misericordia abrió sus puertas y recibió a los primeros invitados abril del 2015.
El objetivo del personal de La Casa de Misericordia es proveer un ambiente hogareño para todos sus huéspedes. Además de proveer comidas y un lugar cómodo para descansar, oran por las familias y comparten sus cargas. Cada tarde hay un devocional para cualquiera que desee participar. Los huéspedes tienen la oportunidad de bañarse, lavar su ropa y comer cuando tienen hambre. Todas sus comidas son preparadas por el personal. Hay transporte disponible al hospital las 24 horas al día.
Desde su apertura, han tenido muchas noches en que La Casa de Misericordia ha excedido su capacidad. La construcción de dormitorios y áreas de recreación adicionales continúa para acomodar a más familias y garantizar que puedan encontrar la paz de Dios en su momento de prueba.
A través de la Casa de Misericordia, muchas vidas han sido transformadas. Al principio usualmente las familias llegan muy reservadas temiendo que se les imponga una ideología. Rápidamente se dan cuenta de que la única agenda es demostrar el amor de Dios el uno por el otro. Con el tiempo, la mayoría terminan sirviendo en el ministerio ayudando a limpiar, cocinar o simplemente orando por otras familias. El pastor Francisco ha compartido con nosotros innumerables historias no solo de sanidades milagrosas en el hospital, sino también de matrimonios restaurados, transgresiones perdonadas y vidas transformadas a través del ministerio a las familias de Casa de Misericordia. Él dice que todos se van como parte de la familia de La Casa de Misericordia, y muchos se mantienen en contacto mucho tiempo después de su estadía.