La Historia de Alma
Alma llegó a Casa de Misericordia el 7 de septiembre de 2021. Viajó desde su casa en la Ciudad de México a Ensenada para estar con su hijo Jonathan, que fue internado en el Hospital General de Ensenada debido a un accidente en su trabajo que lo dejó con quemaduras de tercer grado en el 80 por ciento de su cuerpo. Cuando los médicos le dijeron que estaría varios meses en el hospital, Alma vino para estar con él.
Cuando Alma vio a Jonathan por primera vez fue una experiencia horrible. La condición de su hijo era crítica y verlo con tanto dolor la hizo sentir impotente. Para empeorar las cosas, el empleador de Jonathan consideró el accidente como negligencia y se negó a pagar los gastos médicos. Alma sabía que iba a tener que pelear por la atención médica de su hijo y eso la paralizó. Esos sentimientos se desvanecieron esa noche cuando llegó a Casa de Misericordia y conoció al pastor Francisco y Elizabeth. Inmediatamente supo que no navegaría sola por esta pesadilla.
Alma dijo, “El apoyo económico que la gente le da a Casa de Misericordia es una bendición para personas que llegamos con poco dinero y no tenemos donde quedarnos. Llegamos en circunstancias estresantes preocupados por nuestros seres queridos. Aquí nos dan la bienvenida, nos dejan descansar y nos alimentan con la comida más deliciosa sin costo! Oran por nosotros y nuestros seres queridos y nos ayudan en este proceso”.
La estadía de Jonathan en el hospital y las visitas de atención posterior tomaron más de un año. A su cuerpo todavía le falta tiempo para recuperarse pero ahora está listo para viajar de manera segura. Jonathan dijo, “Durante mucho tiempo no sabía qué iba a pasar, pero mi mamá me dijo que Dios tiene un plan para mi vida y sé que me voy a sanar completamente de esto.” Alma planea regresar a su casa en la Ciudad de México con su hijo en febrero de 2023.
Patrocine una cama
Casa de Misericordia proporciona una cama, alimentos, duchas, un lugar para lavar la ropa, transporte y, lo que es más importante, la esperanza y el amor de Cristo a las familias necesitadas en los hospitales de Ensenada. Operan completamente con donaciones para cubrir los gastos de agua, gas propano, gasolina, alimentos y reparaciones. Por $50 al mes, puede patrocinar una cama para asegurarse de que haya un lugar para el próximo miembro de la familia que lo necesite.
