La Historia de Teresa
El hijo de Teresa, Manuel, de 21 años, fue diagnosticado con cáncer. No dispuesta a aceptar este diagnóstico, lo llevó a Ensenada para una segunda opinión. Llegaron a Casa de Misericordia y oraron por un milagro. Cuando vieron al segundo médico, estuvo de acuerdo con el primero. Devastado por los resultados, Manuel se preparó mentalmente para comenzar el tratamiento y Teresa se reunió con el pastor Francisco para pedirle que orara con ella por su hijo.
Antes de iniciar el tratamiento, Manuel fue revisado por un especialista. Ese médico hizo más pruebas y descubrió que lo que en realidad tenía Manuel no era cáncer sino una infección. Inmediatamente se sintió aliviado y Teresa supo sin duda que Dios había respondido a sus oraciones.
Teresa y Manuel se quedarán en Casa de Misericordia mientras se trata la infección de Manuel. Durante este proceso, Teresa reflexionó sobre qué propósito tenía esta prueba en la vida de su hijo y en la suya propia. Se dio cuenta de que el Señor quería que ella conociera el poder de la oración y de poner las cosas a Sus pies. Ella dijo, “Oramos y pedimos oración, y Dios nos concedió el milagro. Y ahora creemos que Dios cumplirá su propósito en la vida de Manuel.”
Patrocine una cama
Casa de Misericordia proporciona una cama, alimentos, duchas, un lugar para lavar la ropa, transporte y, lo que es más importante, la esperanza y el amor de Cristo a las familias necesitadas en los hospitales de Ensenada. Operan completamente con donaciones para cubrir los gastos de agua, gas propano, gasolina, alimentos y reparaciones. Por $50 al mes, puede patrocinar una cama para asegurarse de que haya un lugar para el próximo miembro de la familia que lo necesite.